En una sociedad como la que vivimos, sobre todo en la vida urbana, es difícil pensar el silencio como compañía. El silencio es la ausencia de sonidos —que no de actividad—, pero es, al final de cuentas, la desaparición de estímulos auditivos que obliga a la mente a dirigirse al —sonido— interior. (21/08/23)
